Turismo

Cataratas del Iguazú, un espectáculo de la naturaleza

Por Mariana Welch - marianawelch@ramallociudad.com.ar‏, especial para RamalloCiudad.
Por Mariana Welch - marianawelch@ramallociudad.com.ar‏, especial para RamalloCiudad.

Las Cataratas del Iguazú están situadas en la provincia de Misiones, y están consideradas una de las bellezas naturales más maravillosas del planeta y forman parte del patrimonio universal declarada por la Unesco. El nombre Iguazú proviene del  guaraní y significa "agua grande".

 

Este espectáculo de la naturaleza, se originó hace unos 200 mil años en el sitio que hoy conocemos como “Hito de las Tres Fronteras” (Argentina, Brasil y Paraguay), donde confluyen el río Iguazú y el Paraná.

 

Las cataratas son parte de un ecosistema de jungla prácticamente virgen protegidas en ambos lados por Parques Nacionales, dos tercios de las mismas están del lado argentino. Más altas que las del Niágara, con el doble de ancho, con 275 cascadas dispersas en una forma de vaso de caballo a través de 3 kilómetros en el Río Iguazú, las Cataratas del Iguazú, son el resultado de una erupción volcánica que dejó otra enorme marca en la Tierra.

 

El vasto poder de las cataratas es utilizado en la gran represa hidroeléctrica de Itaipú, proyecto conjunto entre Brasil y Paraguay, fue terminada en 1991, está abierta al público y provee 12,600,000 KW de energía eléctrica satisfaciendo casi el 40% de las necesidades de Brasil y Argentina. Esta represa es una de las más grandes del mundo y es expuesta por ambos países como una obra maestra de tecnología.

 

Miles de turistas visitan anualmente y quedan impresionados no solo por el gran salto de agua, sino también por el magnífico entorno natural virgen, por la importancia histórica y arqueológica de los sitios en donde se encuentran las ruinas jesuíticas, que fueron uno de los primeros asentamientos de evangelización cristiana de América del Sur.

 

En la "Garganta del Diablo", la cual se ve mejor desde el lado brasilero, caen 14 cascadas a más de 100 metros con tanta fuerza que siempre hay una nube de "llovizna". Para una vista más de cerca, conviene ir a través de la selva subtropical del Parque Nacional hasta la base del salto Floriano y subir con el ascensor hasta la cima de las cataratas, o caminar sobre las cataratas en el Salto Unión.

 

Del lado argentino, se puede caminar por un sendero construido sobre las aguas hasta la Garganta del Diablo. Durante la época de lluvias -de Noviembre a Marzo-, el caudal de agua que fluye por las cataratas puede llegar a 12.750 metros cúbicos por segundo. La violencia de la caída produce una niebla permanente, en la cual los rayos solares conforman múltiples arco iris de insuperable belleza.

 

Es posible ver las cataratas y alrededores en un viaje relámpago, pero lo ideal es planear estar unos dos días en el lugar. La vista desde el lado brasilero da una impresión más panorámica. Se puede también realizar tours en bote hasta.  Las mejores estaciones para hacer la visita es la primavera y el otoño. El verano es tropical, muy cálido y húmedo, y en invierno el nivel de las aguas es muy bajo.

 

Hay hoteles en ambas márgenes del río y muchas agencias de turismo proveen tours para recorrer los alrededores.

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