El País

El presente y el futurismo

CAPITAL FEDERAL, Octubre 16.-(Por Mario Wainfeld) Cambios y records posibles para el domingo próximo. El veredicto que puede venir y su significado. El futurismo agorero y crítico. Un “negacionismo” autóctono. Puntos suspensivos que hablan del kirchnerismo. Las izquierdas acá y en el vecindario. Y algo sobre crímenes, pecados y ambiciones legítimas.

 

Las Primarias Abiertas signaron un pronóstico unánime sobre la sustancia de los resultados del domingo próximo. Sin embargo, permítase al cronista una redundancia, el escenario poselectoral depende de la cabal expresión de la soberanía popular que todavía está latente. Las variaciones que puedan darse en el escrutinio nacional, en la formación del Congreso Nacional, en las provincias que eligen gobernador son esenciales y están a la espera de su dilucidación. Una ventaja abren las Primarias al análisis: sus números habilitan ejercicios prospectivos factibles sin necesidad de transgredir la veda para divulgar encuestas.

 

Vayan algunos ejemplos, para ilustrar el concepto. De confirmarse las tendencias de las PASO, es probable que se registren varios records de la historia institucional reciente. Hablamos desde 1983 a hoy, serie que se toma por su inédita continuidad y cercanía en el tiempo. Se redondean algunas cifras, para no recargar la lectura dominical con detalles. Reseñemos.

 

- Si es reelegida la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, el Frente para la Victoria (FpV) será la única fuerza política que acollare tres mandatos presidenciales consecutivos.

 

- En tal caso se empardará un logro de estabilidad política del menemismo: dos sucesiones presidenciales prolijas, ejercitadas en tiempo y forma. Los dos gobiernos radicales acortaron su mandato, tabla de salvación a la que también debió acudir el presidente provisorio Eduardo Duhalde.

 

- Si CFK supera el 51,7 por ciento de los votos válidos emitidos mejorará la mejor marca previa, lograda por el presidente Raúl Alfonsín en 1983.

 

- Si el FpV logra primera minoría en 23 de los 24 distritos alcanzará el record de Carlos Menem en 1995.

 

- Si el segundo no excede los 22 puntos porcentuales será el challenger menos votado de la etapa. La distancia con el triunfador también puede ser la más grande.

 

- Entre 1983 y 1999 el radicalismo quedó primero o segundo, con una sola excepción. Fue en 1995, cuando el Frepaso lo desplazó al tercer lugar. Desde 2003 no consigue el subcampeonato. Si tampoco llegara el día 23 enlazaría una serie deprimente, constante y única.

 

- Si la UCR no reconquista alguna gobernación quedará con su peor acumulado: sólo dos, como en 1987.

 

- Si el peronismo, en su variada oferta, conserva todas las provincias que pone en juego dentro de siete días, gobernará 17. Hay que remontarse a 1987 para encontrar una primacía similar. Una salvedad debe hacerse: en aquel entonces ni la Ciudad Autónoma ni Tierra del Fuego elegían su gobierno local.

 

- Una comparación referida al socialismo tiene sus bemoles porque integró la Alianza, como coalición que llegó a la Casa Rosada. Pero, habida cuenta de su rol secundario (o terciario) en ese armado, su performance puede ser la mejor en presidenciales, lo que sería más llamativo si accede al segundo puesto.

 

Todas esas perspectivas pueden convalidarse, cualquiera puede quedar en agua de borrajas. Algunas dan la sensación de ser irremisibles. Habrá que ver y contar.

 

La corroboración (y, aun, la cercanía) de tantas novedades alude a cambios sustantivos en el sistema político y en las preferencias populares. Datos sólidos, surgidos de la máxima expresión de la voluntad popular y no de especulacion

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