El municipio aún no comenzó con los arreglos

La costa de Ramallo, destruida y abandonada

Postales desoladoras.
Postales desoladoras.

La temporada estival 2015-2016 se vio totalmente afectada por la gran inundación que se produjo a fin de ese año y repercutió en toda la costa de Ramallo, donde los principales perjudicados fueron los  paradores de esa zona.

Tal fue la gravedad de la inundación que la popular fiesta de Playablanca, que se realiza en enero de todos los años, debió ser “mudada” de su lugar tradicional, que se realiza en plena orilla del río, y se realizó en la calle del paseo costanero.

El agua sobrepasó los cinco metros, declarándose el estado de emergencia en la zona, y con sus correspondientes consecuencias, tanto para los paradores, como la comunidad de Ramallo, y el turismo en general, que destruyó completamente no solo dichos lugares, sino también las expectativas laborales y económicas de la zona.

A principio de este año, el agua lentamente comenzó a descender, hasta que la altura actual del Paraná en la zona de Ramallo, no sobrepasa los tres metros, por lo que la playa se observa y, a diferencia del año anterior, se logra divisar claramente.

Pero, como consecuencia de esta gran crecida, y posterior bajada del río, quedaron los estragos propios de la inundación: grandes ramas, sillas y totalmente destruidos, baños clausurados producto de su total destrucción, pequeños “pantanos”, maderas, escombros, paradores arruinados, sumado a todo lo que la fuerza del agua arrastró y que quedó instalado a la vera del río.

Se espera y se desea que esta temporada que se avecina la naturaleza  juegue una buena pasada, para que nuestra costa pueda ser aprovechada por la comunidad de Ramallo y cientos de turistas, que disfrutan del sol y del verano, y además, reactiva de notable manera la economía de forma directa o indirecta de nuestro partido.

Pero, para que ello suceda, el municipio a través de diferentes áreas, como Turismo, Obras y Servicios Públicos, y otras, debería haber comenzado con las tareas de limpieza correspondiente, para llegar a la temporada estival en tiempo y forma acorde, con el fin que los visitantes y la comunidad puedan disfrutar de la zona ribereña.

Sin embargo, esto hasta el momento no ha sucedido, ya que por lo que se ha podido apreciar toda la costa permanece en un estado de abandono general. Aunque es lógico que la zona haya quedado seriamente afectada por la brutal inundación, también es cierto que si se quiere disfrutar de la costa para la temporada que se avecina, el municipio debe comenzar a trabajar en forma inmediata para que todos los ramallenses y los turistas puedan disfrutar de la costa que se merecen.

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