Fuente: Agencia NOVA
El intendente de San Nicolás Ismael Passaglia, investigado por desvío de fondos y lavado de activos, sigue oscilando entre el Frente para la Victoria y Cambiemos, para retener el sello del PJ en su distrito por un lado y garantizarse un paraguas judicial que evite el avance de las causas en su contra por el otro.
Semanas atrás envió a su hijo, el concejal y en ese momento a cargo del ejecutivo municipal, Manuel Passaglia, a participar del Quinto Foro de Intendente de Cambiemos que se realizó en el distrito de Morón, en una jugada que fue interpretada como la oficialización del "pase" del jefe comunal al oficialismo.
Pero en las últimas horas el ex ministro de salud de Felipe Solá minimizó la presencia del edil en ese encuentro y ratificó su pertenencia en al Frente para la Victoria, desconcertando a propios y ajenos por su permanente coqueteo con el gobierno de la provincia, al que estuvo a punto de sumarse para reemplazar a Zulma Ortiz.
Su permanencia en el FpV le permitiría conservar la "lapicera" para el armado de las listas seccionales en las elecciones legislativas del año que viene, en desmedro de su competidor directo, el diputado Andrés Quinteros, a quien pretenden "sacar de la cancha" antes de que su crecimiento en el distrito sea inevitable.
Pero los armados políticos no son la única preocupación de Passaglia, a las investigaciones por supuesto desvío de fondos que la justicia investiga desde hace meses derivaron en allanamientos en diferentes estudios de abogados, cuevas financieras y estudios contables de ese distrito dedicados a desarrollar la ingeniería necesaria para llevar adelante las maniobras de evasión y desvío de fondos.
En esa oportunidad el escándalo fue tan grande que no participaron ninguna de las fuerzas de seguridad locales y según se supo toda la familia Passaglia se retiró de la ciudad ante el temor de una pesquiza en la municipalidad o en su domicilio particular.
Pero en las últimas semanas se sumó una avanzada de los ediles de la oposición para lograr una interpelación de funcionarios municipales por el desalojo y demolición de viviendas que se encontraban en el barrio Los Provincianos y que según las versiones fueron ordenadas de maneras "ilegal" por el ejecutivo municipal.
El oficialismo local logró frenar la iniciativa no dando quórum en la sesión del concejo deliberante convocada a tal efecto, pero la posible judicialización de la medida, atendiendo a la falta de orden de un juez para el desalojo encendió una luz de alerta porque desde el equipo de gobierno quieren evitar otro escándalo en tribunales.
Recordemos que la justicia investiga al intendente desde el año 2013 por una maniobra de desvío de más de 2 millones de pesos correspondientes al Fondo de Financiamiento Educativo Nacional que habrían sido desviados para una obra de pavimentación.
“El jefe comunal recibió más de seis millones de pesos del llamado Fondo Educativo. De ese monto, 2.249.874 pesos fueron utilizados para pavimentar una calle que se encuentra en la costanera, que linda con un barrio de alto poder adquisitivo, en un contexto donde las escuelas del distrito tienen serios problemas edilicios”, explicó el Fiscal Matías Di Lello, en el comienzo de la investigación.
Sin embargo esa investigación fue solo la punta del ovillo de una trama más compleja que permitió detectar posibles vínculos de la familia Passaglia con maniobras de evasión impositiva y venta de dólar ilegal a través de diversas empresas nicoleñas, lo que terminó con más de 10 allanamientos en marzo de este año.
Por eso el coqueteo del intendente con Cambiemos para que una juego de equilibrio político o de "caja" provincial, tiene que ver con la búsqueda de un blindaje judicial para frenar el avance de esas causas y bloquear cualquier intento de judicialización de su gestión para llegar al 2017 sin sobresaltos.