La casa de electrodomésticos cerró sorpresivamente sus puertas y sus empleados no pudieron ingresar a trabajar.

Cuando llegaron al local, se encontraron con un grupo de personas que estaba retirando la mercadería en un camión y las vidrieras del local tapadas. Son diez los trabajadores que quedaron en la calle.

Los empleados se quedaron en la puerta del comercio esperando una respuesta por parte de la empresa, ya que no les permitieron ingresar. Allí un representante de la firma los recibió en la vereda, donde les informo que la sucursal se cerraba, y en el transcurso del día les llegaría el telegrama de despido.

“Llegamos temprano a trabajar, estaba todo empapelado y no nos dejaron entrar. Salió una persona que vino de Buenos Aires, que dijo ser gerente regional, y nos dijo que ya nos iba a llegar un telegrama y que la empresa debido a la situación económica no iba a abrir más”, contaron los empleados, mientras se encontraban reunidos fuera del local.