Todos los tiempos están agotados, hay que actuar ya porque el tiempo que se consume tiene olor a muerte, muerte de los animales y de la esperanza de la gente.
Este párrafo formaba parte de una Carta Abierta enviada a la Presidenta de la Nación, el 24 de enero de este año, con motivo de la sequía que sometía, entre otras regiones, al noroeste santafesino.
La sequía aún persiste en dicha región, y la situación es más que grave. Los Productores vieron morir sus animales y terminaron sepultando sus esperanzas. Hoy vencidos por el agobio, la amargura, la desazón, se asegura que una decena de Productores terminaron también con su vida.
• ¿Dónde quedó entrampado el Estado que no llegó a socorrerlos?
• ¿En qué sillón se apoltronó el burócrata que dejó, a la buena de Dios, a estos sufridos productores. Hombres de carne y hueso que dejaron la vida sin gritar, tan siquiera ante una cámara de televisión, el tremendo abandono que sintieron?
• ¿Quién se hace cargo?
• ¿Quién se responsabiliza?
• ¿Quién decidió que la vida de aquellos que luchan, todos los días contra las adversidades climáticas no vale absolutamente nada?
• ¿La muerte de estos campesinos empobrecidos y abandonados, logrará conmover el corazón del poder?
• ¿Cuantos más tendrán que morir para que alguien ponga en marcha la maquinaria de la ayuda de este Estado pesado y amorfo? Estado que cuando llega, siempre llega tarde.
• ¿Alguien se conmoverá ante este reclamo que lamentablemente prueba que el 24 de enero no estábamos alarmando en vano a la sociedad? Sociedad esta, que agobiada también por sus pesares, parece que sólo reacciona cuando la desgracia golpea su puerta.
• ¿Las viudas y sus hijos, recibirán ahora la ayuda, el socorro, que no llegó en tiempo y forma? ¿O tendrán que migrar a las villas urbanas a engrosar el enorme regimiento de los desposeídos?
• Por último, un Estado que no tiene al “hombre” como principio y fin de todas las cosas ¿Merece llamarse Estado? Aunque genere bronca e impotencia, la respuesta es Sí. ¿Por qué? Porque tiene un territorio, una Constitución, un himno, una bandera.
• ¿Pero es esto un Estado? ¿O su estado es deplorable?
Volvamos ahora a la Carta Abierta enviada a la Señora Presidenta. Sólo que ahora con una sutil modificación: “Todos los tiempos están agotados, hay que actuar ya porque el tiempo que se consume tiene olor a muerte, muerte de los animales, muerte de la esperanza... y ahora también muerte de la gente.
(*) Presidente de la Asociación de Productores de Carnes Santafesinas (APROCARSA).