La Federación Aceitera, con presencia en el puerto de Bunge Ramallo, realizó una medida de fuerza a nivel nacional en reclamo por la falta de acuerdo en las negociaciones paritarias con las cámaras empresarias del sector.
En el puerto de Ramallo, los trabajadores iniciaron una protesta en el ingreso a la planta de Bunge, lo cual paralizaron las labores de la empresa.
En un comunicado de prensa, la Federación Aceitera denunció que "luego de haberse negado a negociar el bono en diciembre de 2017 y habiendo transcurrido varias audiencias paritarias, la Ciara y Carbio se muestran inflexibles en su posición".
"No les alcanza con rebajarnos nuestros salarios con una oferta del 15 por ciento de aumento, que no garantiza el salario mínimo vital y móvil, sino que pretenden derogar derechos modificando condiciones que hacen a nuestra vida adentro de las fábricas", señalaron.
El pedido de la Federación Aceitera es de un 22 por ciento de aumento "que fue desoído en reiteradas ocasiones", indicaron desde la entidad.