Panorama político bonaerense

La cíclica tendencia por recuperar protagonismo

La nocturnidad, la inseguridad y la conflictividad social arman una agenda complicada de fin de año para el gobierno provincial. Los intendentes bonaerenses también dejan trascender su malestar con la gestión provincial.
La nocturnidad, la inseguridad y la conflictividad social arman una agenda complicada de fin de año para el gobierno provincial. Los intendentes bonaerenses también dejan trascender su malestar con la gestión provincial.

LA PLATA-BUENOS AIRES, Noviembre 07 (Por Martín López Lastra) En medio de urgentes necesidades sociales en territorio bonaerense,- que no son ajenas al contexto nacional-, y  que parecen configurar siempre una olla a presión, el gobernador Daniel Scioli avanzó con algunas iniciativas para poder actualizar una vidriera de gestión. Sigue peleando, no obstante, contra la indiferencia, la resignación y la incredulidad que muchos bonaerenses mantienen desde el 28 de junio, operativo despegue incluido.

 

Lo de instalar una iniciativa no es tarea fácil en circunstancias que obligan fuertes definiciones políticas y donde las permanentes especulaciones conspiran contra la coherencia.  Pero una iniciativa destaca presencia e imagen, requisitos que Scioli tiene en la prioridad de su decálogo.

 

En ese sentido, se inscribe la tan ansiada limitación de la nocturnidad. Que fue anunciada como la gran panacea para terminar parcialmente con la inseguridad y las adicciones en las calles bonaerenses.    No reviste totalmente la condición de “iniciativa” dado que fue antes instrumentada por el ex gobernador Eduardo Duhalde, pero es útil para seguir avanzando.

 

Pero, al decir de cómo lo mostraron muchos funcionarios, falta esa seguridad que da una explicación integral en cuanto a metas y objetivos con la aplicación de la ley,  así como también en las formas de su ejecución para que todo llegue a buen puerto.   En el imaginario social sólo está claro que habrá un fuerte protagonismo de la policía bonaerense en la materia, cuyos efectivos no siempre aplican las reglas de la sana crítica y de la sociología aplicada, comprendiendo que, por sobre todas las cosas se está trabajando con jóvenes.

 

La aplicación de esta relanzada limitación de la nocturnidad, permite al menos oxigenar la gestión en lo vinculado con un tópico tan problemático como adicciones.  Pero también la gran mirada escrutadora de la opinión pública, que suele tomarse algunos plazos, puede provocar consecuencias lapidarias si no se observan tendencias hacia resultados positivos.   Por lo pronto, se sabe que habrá un clima bastante hostil generado por el lobby del sector empresario vinculado a los boliches bailables que amplificarán al máximo cualquier dificultad que se genere como producto de esta norma.

 

No todo es tan atractivo como anunciar la puesta en marcha de una ley y esperar resultados.   Scioli, por más esfuerzo que puedan realizar algunos operadores – productores de realidad, no ofrece convicciones firmes de mantener controlada la problemática de la inseguridad.  Esto se alimenta aún más con el retorno de recetas que no hacen más que recordar frustraciones como el anuncio de volver a bajar la edad de la imputabilidad.   Lo hizo hace unos meses y ahora vuelve con lo mismo, demostrando que no abundan más recetas disponibles en ese sentido.   Difícilmente esa propuesta pase el filtro del “kirchnerismo” más ortodoxo pero es una suerte de pequeña muestra de “despegue”.  

 

Pero la inseguridad volvió a instalarse a partir de casos violentos sucedidos de Tigre y se aferró por un buen tiempo a las tapas de los diarios con el desgraciado episodio del ex futbolista Fernando Cáceres. No aparece en el horizonte nada firme que haga suponer que, en el corto o mediano plazo, se avanzará hacia una significativa reducción del delito, o al menos un aumento del poder disuasivo y protector del estado contra la delincuencia.

 

El otro gran problema, sin aparente inmediata salida, es el conflicto social por la demanda salarial latente.   Era un capítulo que el oficialismo esperaba enfrentar en marzo del año próximo pero que estalló ahora cuando algunos gremios iniciaron sus planes de lucha presionados por las bases que reclamaban poner en agenda este debate.

 

En este caso,  los tiempos marcan y mucho el escenario conflictivo.   Desde la gobernación especulan con demorar una resolución hasta diciembre de manera tal que  todo decante naturalmente en su favor, dado que la actividad de algunos sectores entra en receso y, con ello, la efectividad del paro como principal método de confrontación.

 

Por eso, se avecinan semanas muy difíciles en las cuales el nivel de conflictividad hará subir abruptamente la columna de mercurio como indicador de la temperatura social en territorio bon

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