El radicalismo está ante un nuevo desafío: relanzar el partido y “reconciliarlo” con la sociedad. En voz baja o públicamente, distintos referentes salieron a expresar la necesidad de abandonar viejas prácticas para encolumnar la fuerza detrás de una única propuesta programática. Ese es el objetivo que planteó el nuevo titular del Comité Nacional, Mario Barletta. Aunque, claro, en las provincias y los distritos hay matices respecto a la política de alianzas de cara al futuro.
Atrás quedó la fallida experiencia de UDeSo, que juntó a Ricardo Alfonsín con Francisco De Narváez, una sociedad heterogénea que se dirimió en internas en los distritos y presento listas unificadas. El experimento no anduvo bien, y el hijo del ex presidente debió recibir el enérgico pase de facturas de sus correligionarios.
Aunque esa discusión parecería saldada, son muchos los que todavía siguen rumiando la bronca. Y, para colmo, en la Provincia hay un elemento extra: un sector del centenario partido quiere reformar la carta orgánica para que los intendentes puedan ser candidatos a presidir el comité, hoy en manos del alfonsinismo. Luego de ese debate, la disyuntiva de hierro será dirigir la UCR hacia un frente de centro derecha o uno, quizás más amplio, de centro izquierda.
En ese sentido, un alcalde radical de la Provincia fue claro: “Tenemos que terminar con los personalismos”. “No veo bien que toda la discusión se base en toquetear algunos artículos de la carta orgánica”, se sinceró ante NOVA. Pero el jefe comunal, que logró retener su distrito pese a la debacle electoral de UDeSo, fue más allá: “Antes era un buen negocio gerenciar la oposición. Ya no”.
En tres de repasos, ese mismo alcalde recordó los dolores de cabeza que la alianza UDeSo generó en los distritos: “Nosotros teníamos que llamar a los referentes para pedirles que dejaran de hacer campaña por el Frente Amplio Progresista (FAP)”. De igual modo, una ex candidata de Unión Pro del Conurbano se quejó en reserva: “En nuestra ciudad, los radicales hacían campaña por Hermes Binner para castigar a Alfonsín”.
La sociedad entre Alfonsín y el socialismo parecía natural, del mismo modo que resultaba la alianza entre Francisco De Narváez y Eduardo Duhalde. Pero ninguno pareció entenderlo así. No sería osado suponer que esos “desaguisados” –como los llama, hoy, un propio intendente del radicalismo- contribuyeron al 54 por ciento de la presidenta Cristina Fernández.
El rey lloró
Con los magros resultados electorales a su favor, desde un sector del radicalismo bonaerense ya se lanzaron a la conquista del Comité Provincia, que hasta junio será presidido por el diputado nacional Miguel Bazze. El impulsor de esta gesta es el mandamás de Junín, Mario Meoni, quien ya blanqueó sus aspiraciones. El planteo de este sector es que los intendentes que fueron revalidados en octubre deberían tener la oportunidad de conducir los destinos del centenario partido.
Meoni, que atraviesa su tercer mandato en Junín y fue referente provincial de Julio Cobos y un hombre cercano a De Narváez, es apoyado por su par de Pergamino, Héctor “Cachi” Gutiérrez, quien a su vez quiere pelear por la Gobernación en 2015.
Ambos formaron parte de La Concertación Plural, el sello con el que el cobismo se alió al FpV en 2007. Además, Meoni cuenta en la Legislatura con dos soldadas fieles: la senadora Malena Baro y la diputada Valeria Arata, dos ex secretarias de Economía del municipio. En este espacio se agrega, también, el alcalde de San Isidro, Gustavo Posse, que también fue radical K y luego hizo buenas migas con De Narváez.
Consultada por este portal, la senadora Malena Baro aclaró de todos modos que, si Meoni tiene conversaciones con Macri, “son cuestiones personales”. “Lo único que yo puedo decir es que el intendente es una alternativa para presidir el Comité Provincia, en tanto y en cuanto se reforme el artículo de la carta orgánica”, subrayó.
“Pertenezco al espacio del intendente -expresó Malena Baro-, pero también soy radical y estoy pensando en el trabajo del bloque y en la unidad partidaria”.
En la vereda de enfrente, el sector de Alfonsín tiene en carpeta dos nombres para la sucesión de Bazze, aunque ninguno formalizó: por un lado, el actual secretario general del comité provincial, Carlos Pérez Gresia, apoyado por el pr