El hecho violento ocurrió en la intersección de calle Santa Rosa y Bolívar de la ciudad cabecera. Allí se estaba desarrollando una fiesta en un domicilio, cuando dos grupos antagónicos de jóvenes comenzaron a trenzarse en una pelea. Los vecinos, al ver la gravedad de los hechos de violencia, rápidamente llaman al 911 para alertar a la policía, que acude al lugar.

Al llegar los uniformados se encuentran a varios jóvenes, menores de edad en su mayoría, trenzándose en una pelea grupal, con palos y arrojándose piedras. En ese momento, la policía decide intervenir, cuando los agresores comenzaron a increpar a los uniformados, arrojándole piedras a los patrulleros.

Actuaron en el lugar cuatro móviles policiales y una decena de uniformados, que comenzaron a disparar al aire de manera intimidatoria, para repeler la agresión que estaban recibiendo.

Rápidamente los jóvenes comienzan a dispersarse, siendo uno de ellos detenido, sindicado como el implicado en el inicio de la pelea.