La Provincia

En estado de ebullición

Moyano, con todo listo para asumir al frente del PJ bonaerense.
Moyano, con todo listo para asumir al frente del PJ bonaerense.

LA PLATA, Agosto 22.-(Por Marisa Alvarez) Al ritmo de las hojas del almanaque electoral que van cayendo, los dos conglomerados en que se reparte el peronismo bonaerense van ingresando den estado de ebullición. Y en ese marco, la caldera del oficialismo kirchnerista contiene mil condimentos en un mismo caldo: el estado de dudas y desconfianzas que genera la estrategia de Néstor Kirchner. En la olla a presión del PJ disidente, en tanto, hay señales de fugas y reacomodamientos.

 

Kirchner, que ya ha vuelto a elegir la Provincia como su campo de batalla, está haciendo un alistamiento de tropas que confunde a la mayoría de sus capitanes. Intendentes y demás referentes se preguntan, en rigor, cuál es la estrategia. Forma parte de sus dudas el pelotón de funcionarios que ha puesto a buscar una candidatura (¿a qué?) -Alicia K, Boudou, Randazzo, Aníbal F-, en un territorio donde ya están preparados Daniel Scioli y Sergio Massa para la postulación a gobernador. Y perturba la habilitación a Hugo Moyano para presidir el PJ bonaerense y para instalarse en estas comarcas con línea política propia, asociado además al Movimiento Evita del ex piquetero Emilio Pérsico, siempre resistido por la mayoría de los jefes comunales históricos.

 

La avalancha de aspirantes se combina con los indicios de que Kirchner se propone reeditar las listas colectoras, las que permiten, por ejemplo, que en un municipio dos o más candidatos del PJ-FpV se maten -en las urnas, claro- entre sí, pero todos aporten sus votos a un mismo candidato presidencial (un Kirchner, en este ejemplo). Los dirigentes tradicionales consideran que ese mecanismo los perjudica y su reiteración los preocupa.

 

EL INFIERNO TAN TEMIDO

 

Pero en referentes bonaerenses anida un temor mayor que el que provocan las colectoras. Miran el pelotón de aspirantes que salió a la Provincia a buscar tropa y dicen tener indicios que les alimenta una desconfianza mayúscula. ¿Podría ser Amado Boudou -que "viene" de la UceDé- candidato a gobernador, con sus respectivos postulantes a intendentes, de una fuerza política distinta del PJ-FpV que adhiera a la candidatura presidencial de un Kirchner, para sumar votos de la centro-derecha? En ese escenario, el ministro de Economía competiría con -por ejemplo- Scioli como candidato oficial; una contienda que se replicaría en los municipios entre los candidatos a intendente de Boudou y los jefes comunales, que buscarían la reelección por el oficialismo. Y el mismo formato podría utilizarse con un candidato "de otra fuerza" que sume votos del centro-izquierda.

 

Hay quienes no creen que Kirchner esté elucubrando un diseño electoral de ese tipo. Estiman que ha plantado presuntos candidatos para generar las tensiones que provocan una mayor actividad de todos los protagonistas de la contienda. "Eligió ultraalineados a los que, así como los pone como candidatos, los puede levantar", dicen, y calculan que el plan de Olivos es más simple: una interna por la postulación a gobernador entre Scioli y Massa.

 

Algunos dicen haber escuchado también que Kirchner explica que el único objetivo de los lanzamientos de posibles candidatos es que el intendente de Tigre "no sea la única ambulancia que recoja a los 'críticos'" del oficialismo. El problema, dicen los que descreen de esa argumentación, es que Alicia, Boudou, Randazzo, etc., no presentan la menor fisura en su alineamiento con la Casa Rosada y Olivos, de modo que difícilmente seduzcan a los que sostienen alguna diferencia o buscan cierta autonomía sin sacar los pies del plato.

 

Pero la sospecha de que el jefe del PJ trabaja en un esquema de listas "extrapartidarias" para los cargos provinciales y municipales crece, con una conclusión que desvela a más de uno. "En ese escenario un Kirchner puede ganar la Presidencia, pero en la Provincia perdemos todo, la Gobernación y las intendencias", concluyen. Y amagan con una eventual rebelión: "Con los intendentes está todo bien -dicen- hasta que sienten que los llevan a una derrota". Pero también admiten una limitación. "El PJ bonaerense necesita un jefe y no lo tiene", admiten. "Moyano en la presidencia del partido sólo será un jefe formal, que además puede convertirse en un jefe autoritario", advierten.

 

En ese paisaje, con todo, Kirchner y Scioli se reunieron recientemente -hacía semanas que sólo se cruzaban en los actos- y recompusieron la relación. Alejado por naturaleza de las hipótesis alarmantes, el Gobernador se prepara ahora para "administrar" lo que considera "tensiones lógicas" del proceso electoral.

 

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