La provincia

Pronóstico reservado

La Provincia ingresa al nuevo año con pronóstico reservado, inquietudes e incertidumbres severas sobre dos cuestiones clave, la seguridad y los recursos del Estado.
La Provincia ingresa al nuevo año con pronóstico reservado, inquietudes e incertidumbres severas sobre dos cuestiones clave, la seguridad y los recursos del Estado.

LA PLATA, Enero 03.-(Por Marisa Alvarez) La seguridad ha pasado de ser una preocupación central de los bonaerenses para convertirse en miedo cada vez que entran o salen de sus propias casas, cuando están en un comercio de cualquier tipo e importancia, cuando retiran dinero del banco, cuando caminan por la calle, cuando están a bordo de un auto y ahora hasta cuando están en misa.

 

Las propias estadísticas del ministerio de Seguridad -aun cuando sus autoridades están empeñadas en mostrar que hay menos delitos que hace un año y sus números registran muchísimos casos menos de robos, asaltos, hurtos y violaciones que los que releva la Procuración General de la Corte- admiten que, en promedio, día por medio muere un bonaerense en un hecho de robo. La realidad, además, muestra que caen asesinados, por igual, ciudadanos de clase alta y media a los que les roban el auto o les desvalijan la casa y ciudadanos pobres a los que los delincuentes matan para llevarse sus zapatillas y cinco pesos.

 

Es sobre ese panorama que al ministro de Seguridad, Carlos Stornelli, entendió como producto de una macabra conspiración para voltearlo del cargo que tres mujeres fueran asesinadas, entre mediados de noviembre y diciembre, cuando les quisieron robar el auto. Con él como víctima, presentó una denuncia para que se investigue a policías -a los que no identificó- que, según su planteo, contrataron menores para cometer esos crímenes porque se vieron perjudicados por medidas que él adoptó en el área de Robos de Automotores de la Policía.

 

La denuncia es gravísima. ¿Hay en la propia Policía jefes y subordinados capaces de semejante atrocidad para "desestabilizar" a un ministro? Han pasado, por lo pronto, tres semanas desde esa denuncia y la investigación no produjo hasta ahora novedades. Y al margen de la acción judicial, ¿podría sobrevivir una cúpula policial y ministerial que no se dio cuenta de que se tramaba y ejecutaba semejante conspiración? Esa cúpula, las autoridades del ministerio -Stornelli, en fin- habían designado jefe de la Departamental Mercedes de Investigaciones al único uniformado relevado por presunta vinculación con el presunto complot. Nada ha cambiado en las cumbres.

 

Mientras tanto, no se conoce que Stornelli haya rediseñado políticas ni tomado medidas concretas a partir del dato escalofriante de que 154 bonaerenses -además de las tres mujeres que habrían sido víctimas "accesorias" de un complot en su contra- fueron asesinados por asaltantes en once meses, a razón de uno cada 51 horas. ¿Qué medidas de fondo se tomaron tras el caso Pomar, al margen del cambio de funciones de algunos efectivos en las horas calientes en que la tragedia de esa familia desnudó niveles escandalosos de negligencia e ineficiencia de policías y de funcionarios políticos?

 

Los bonaerenses ingresan, en definitiva, en un nuevo año agobiados por una delincuencia que no da tregua; sin la expectativa de mejoría que podría generar la adopción de nuevas políticas, cambios y medidas drásticas; y por si fuera poco con el añadido de una denuncia gravísima, pero que por ahora sigue en el aire, que habla de policías que se complotan para asesinar ciudadanos.

 

CUESTION DE PLATA

 

La grave insuficiencia de recursos financieros con que la Provincia deberá transitar el nuevo año, por otro lado, puede aparecer en principio como un asunto restringido a las preocupaciones del gobierno y alejado de los problemas de la vida cotidiana de los ciudadanos. Pero esa visión sería sólo un espejismo. Las cuentas elaboradas por la propia Administración de Daniel Scioli dicen que le faltarán 11 mil millones de pesos para afrontar los gastos básicos para brindar los servicios de Salud, Educación, Justicia y Seguridad y pagar la deuda pública que vencerá durante 2010.

 

En rigor, además de esos 11 mil millones faltarán unos 3 mil millones más, el costo que tendrá el aumento salarial que los docentes y todos los estamentos de empleados públicos bonaerense están reclamando ya desde el último trimestre del 2009 y que, más temprano que tarde, generará nuevas batallas, empezando por la que abrirán los maestros en pocos días más, con el inicio en término de las clases en juego.

 

El gobierno provincial se ilusiona con que la recaudación impositiva resultará superior a la calculada, porque los ingresos fueron presupuestados con un criterio "conservador", pero no parece que, aún cuando así ocurra, vaya a reducirse fuertemente el déficit estimado. Y se prepara para tratar de conseguir crédito en el exterior casi como si se tratara de un motivo de orgullo obtenerlo, cuando en realidad tomar financiamiento por esa vía implicará seguir aumentando el ya grave nivel de endeudamiento de

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