Día del Maestro

Rosario Dignani: “Si realmente tenés vocación, es el trabajo más lindo del mundo”


VILLA RAMALLO, Septiembre 11 (www.RamalloCiudad.coma.r) El 11 de septiembre se conmemora el Día del Maestro a nivel nacional, en homenaje a Domingo Faustino Sarmiento.

Por dicho motivo, RamaloCiudad dialogó con Rosario Dignani, docente hoy jubilada, de enseñanza primaria , asistente educacional y maestra especializada en dificultades de aprendizaje, quien finalizó su carrera siendo directora de la Escuela Especial N° 502 de Pérez Millán.

¿CÓMO Y POR QUÉ ELIGIÓ LA CARRERA DOCENTE?

Terminada la secundaria, en ese momento medios para ir a estudiar a Rosario no había, entonces yo creo que la docencia la llevaba, y con un grupo de compañeras mías estudiamos en la Escuela Normal de San Nicolás, que fue la carrera a cargo de base.

En ese momento, estaba el cambio de maestra normal nacional, a profesora de enseñanza primaria. Me recibí en el año 79, y arranqué en la escuela N° 5..

¿CÓMO FUE COMENZAR CON LA DOCENCIA?

Fue con mucho miedo, porque uno está cargado de cosas, no es la mismo pasar de la teoría a la práctica, es toda una experiencia que hay que ir construyendo, y te va fortaleciendo a lo largo de la carrera, porque necesitás esa experiencia y sentirte confiada, en el cargo y segura.

Comencé con una suplencia, donde tenía 47 chicos, con distintas características, si bien el grupo de docentes me apoyaba, yo era muy jovencita, en julio recién dieron el desdoblamiento y ya me quedé con un grupo.

¿CÓMO FUE ESA PRÁCTICA DE ENSEÑAR?

En el año 80, no había fotocopias, hacíamos las prácticas en San Nicolás, era viajar con un montón de material, por ejemplo, una compañera tenía que dar del camalote, y se tuvo que ir con el padre al río a buscar un camalote, cosa que ahora se ha perdido un poquito esto, sobre todo en los primeros grados donde el chico necesita ver y comprobar a través de la percepción; era preparar el material con carbónico.

Y después cuando empezamos a trabajar era preparar la carpeta por semanas, y era venir de la escuela y ponerte a trabajar, conseguir el material, había mucha vocación, uno cuando elige esta carrera no pensás en lo que te puede dar, ni siquiera llegue a pensar que iba a terminar de directora en una escuela especial.

Yo quería ser maestra, siempre me gusto ser maestra, es más, yo estuve diez años frente a la docencia, pasando por diferentes años, y los mejores recuerdos los tengo en la Escuela N° 4, de Villa General  Savio,  tengo lindos recuerdos, eran nenes tan cariñosos y tan buenos, y los mejores recuerdos de esos diez años donde pasé por diferentes escuelas.

Después seguí estudiando en San Nicolás y Pergamino, donde me recibí de asistente educacional, y maestra especializada en dificultades de aprendizaje, ahí pedí movimiento al área psicología, estuve como maestra recuperadora en la Escuela Nº 1 durante diez años, del 90 al 2000, ahí tuve como compañera a Marcela (Moré), tengo los mejores recuerdos.

 A mí me encantaba leer y me encantaba actualizarme, y ahí me fui metiendo en la construcción del aprendizaje a través del chico y del error, que el chico va aprendiendo sin que el error lo marcara; y me fui metiendo responsablemente, a través de la capacitación y la lectura y los cursos, se trabajaba recuperador, dentro y fuera del aula, ahora se trabaja dentro del aula, que es como realmente tiene que ser, y dando orientación al docente y trabajando a la par del docente.

Hice infinidad de cursos, y en el año 92 nació mi hijo Agustín con Síndrome de Down, en parte eso me marcó, y pedí movimiento en escuela especial, y ahí estuve los últimos diez años de mi carrera, sobre todo como maestra integradora, es más, soy una defensora de la integración, mi hijo está integrado desde el jardín de infantes, estuve diez años hasta que surgió esta posibilidad que se creó en Pérez Millán la Escuela Especial N° 502, y rendí como directora, yo nunca me lo hubiera imaginado y me quede en Pérez los últimos tres años, del 2012 al 2015, y ahí estuve hasta el 31 de julio.

Es decir, fui construyendo ese rol de ser docente, frente a los nenes, siempre extrañé ser maestra de grado, porque ser docente uno lo lleva en el corazón, y extrañé muchísimo eso; y cuánta agua ha pasado bajo el puente, porque hemos pasado de preparar esas clases con sacrificio ala era de la tecnología, fueron 36 años desde que me recibí y he ido viendo todo este cambio.

¿QUÉ CREE QUE ES LO BUENO Y LO MALO DE SER DOCENTE?

Lo bueno, es que vos lo hagas con vocación, porque ahí vas a hacer una verdadera entrega día a día con tus chicos y vas a ver aquel que va aprendiendo rápido, y fortaleciéndolo, y aquel que le cuesta te vas a sentar al lado y le vas a enseñar.

Lo que estoy viendo,  con muchísima preocupación,  es que se ha perdido el acto de enseñar, como que los tema se dan y  a veces no se profundizan, no todos, sé que hay muchos que estudiaron por vocación, yo creo que es como todo, no tener vocación en lo que hacés, es preocupante, porque nosotros trabajamos con seres humanos.

Por eso, el que dice que la carrera del docente es fácil, son dos años, tenés un sueldo seguro, tenés un aporte, la carrera del docente no termina cuando te dan un título, ahí empieza, hay que actualizarte día a día, tenés que capacitarte entregar lo que más puedas en este trabajo, que si realmente tenés vocación, es el trabajo más lindo del mundo, y yo creo que no me equivoque al elegir esta carrera. (www.RamalloCiudad.com.ar)


Comentarios