La aparición televisiva posterior del ex ministro León Arslanián poniéndose al frente de los cuestionamientos al manejo de la policía, terminaron por convencer al Gobernador de que el tiempo de eludir la réplica se había consumido. Que el tradicional y redituable estilo sciolista de aguantar y seguir para adelante debía, al menos en este caso, mutar hacia una defensa irrestricta de su gestión y la del ministro de Seguridad, Ricardo Casal.
Desde hace varias semanas, distintos sectores cercanos a
Por eso, sin romper lanzas, hicieron blanco en Arslanián para plantear cierta contradicción K: no sólo afirmaron que el ex ministro "fracasó", sino que además, ese supuesto fracaso se produjo cuando integró los gabinetes de Eduardo Duhalde y Felipe Solá, dos ex gobernadores enfrentados con el gobierno nacional.
RESISTENCIA
Scioli parece decidido a resistir los embates. La idea de instalarle a Martín Arias Duval en Seguridad, un hombre de Arslanián y que es bien visto por la ministra nacional Nilda Garré, es rechazada en Gobernación por dos cuestiones clave: el mandatario provincial no está dispuesto a entregar a Casal como alguna vez debió hacer con Santiago Montoya y Emilio Monzó, que cayeron bajo el reclamo de
Pero ese gesto de resistencia no es pura rebeldía. Se entrelaza con una cuestión central que pasa por el convencimiento de que el perfil de seguridad ciudadana que enarbolan sus detractores, viene a contramano de las demandas ciudadanas. Y que, sucumbir ante el cambio de rumbo como pretenden los sectores ultrakirchneristas, supondría poco menos que un suicidio político en este año electoral.
Cerca de Scioli vienen tomando nota de que esta arremetida va, además, limándole algunos apoyos que el mandatario había logrado en los últimos tiempos de sectores progresistas. El dato más relevante lo aporta el nucleamiento pro K en el que cohabitan el Movimiento Evita de Emilio Pérsico y el diputado Fernando "Chino" Navarro y el armado de Edgardo De Petris.
Estos grupos se han sumado abiertamente a la movida para desplazar a Casal. Navarro es uno de los más entusiastas en esa idea y, al parecer, Scioli le ha hecho pagar su costo: tenía reservado un despacho en un área de
Esa sociedad sellada hacia fines de enero hizo soñar a estos sectores K con la posibilidad de que Navarro fuera el compañero de fórmula de Scioli. A esta altura, ese sueño parece una quimera.
El Gobernador parece por estos días compartir sentimientos con varios intendentes del Conurbano. Estos alcaldes despotrican por las movidas del sector más ultra del gobierno de Cristina Fernández, embarcado en un plan de "renovación dirigencial" con fórceps.
Estos jefes locales creen que, tarde o temprano,