VILLA
RAMALLO, Julio 18 (Por Vanesa Malacalza,
de la redacción de www.RamalloCiudad.com.ar) En las últimas semanas, tomaron
relevancia pública noticias relacionadas a hechos de violencia, tanto a nivel
nacional como local.
Luego
de la final del Mundial, los festejos en las calles se vieron opacados por una
serie de hechos vandálicos a nivel nacional, que perjudicaron la alegría y
cambiaron el eje de la noticia, mientras los diarios del mundo se hacían eco de
la triste realidad.
Por
otra parte, a nivel local también se conocieron diferentes hechos de violencia,
donde tuvieron como protagonistas a funcionarios; médico de la salud pública;
jerárquicos institucionales. Un simple hecho cotidiano o una diferencia de
palabras, resulta suficiente para ejecutar un golpe de puño, un insulto, o una
agresión, y esto pareciera ser la única forma de solución a la cuestión.
Pero,
¿cómo llegamos a esto como sociedad? ¿Qué lleva a una persona a no tolerar a
otro? ¿Por qué permitimos estas y otras cosas?
Estas
y tantas otras preguntas, surgen después de varios hechos de violencia, donde
este flagelo se ve cotidianamente entre adultos, y en cada uno de los entornos
sociales, como escuelas, calles, barrios y familias.
Estas
cuestiones hacen que uno mismo, como comunicador social, y vecino, se plantee
qué estamos mostrando y enseñando a nuestros hijos, y a nuestra sociedad, así
como también lo que le estamos mostrando al mundo.
Será
deber de cada individuo, como vecino, funcionario, jefe de hogar, o el rol que
ocupe dentro de una sociedad, mirar adentro en lugar de para un costado, y
plantearse qué nos está pasando como sociedad, y en qué sociedad queremos
vivir. (www.RamalloCiudad.com.ar)