Uno de los datos más trascendentes fue tal vez el de la prórroga de la concesión del bingo en la capital bonaerense, dato este que abre un importante debate y no sólo por que se comprende un período más allá de su gestión, es decir hasta el 2020, sino porque otros actores importantes en la discusión como
La iglesia había denunciado, hace menos de un año, la sobreoferta del juego en territorio bonaerense. Lo había hecho a través de distintos documentos y con el mismo ímpetu con que ahora denuncia el incremento de la pobreza en
Tal situación motivó algún revuelo en
Diplomático, en su momento, escuchó a la representación clerical y hubo voluntad de diálogo, pero el consenso, a la vista de lo sucedido meses después, faltó a la cita.
Lo más contradictorio resulta sólo de hacer irresistible el propio archivo del mandatario. Meses atrás, Scioli había señalado públicamente durante un programa dedicado a los almuerzos televisivos que estaba dispuesto a cerrar el bingo de la capital bonaerense por motivos que, tal vez lo hacía coincidente en la filosofía expuesta por
En tal sentido, había manifestado por aquel entonces que en la misma ciudad de
Concretamente en enero de este año, es decir no hace mucho, Scioli le confesó a Mirta Legrand que coincidía con la postura de
No fue sólo eso, sino que añadía por demás convencido: “No quiero que la capital de la Provincia, una ciudad administrativa, una ciudad universitaria, tenga una sala de juego”.
Abonaba a tal fundamentación una serie de conversaciones con un emblemático representante de
En esta semana, y a años luz de una manifestación de coherencia, Scioli prorrogó la licencia por doce años, equivalente a tres mandatos de una gobernación.
No se conocen, a ciencia cierta, las motivaciones de tal cambio de actitud ante estas cuestiones. Lo cierto es que constituye una prueba más de que la palabra y la imagen van perdiendo su valor ante los hechos. Las declaraciones contemporizadoras y de compromiso quedan pendientes y con resolución lejana al consenso.
Algo similar había ocurrido con el campo, que después de contar con el tibio y simbólico apoyo de Sci