La Provincia

Recuerdos del futuro

Duhalde con Ricardo Alfonsín esta semana. El ex presidente reapareció con fuertes críticas al Gobierno y sin descartar su propia candidatura presidencial.
Duhalde con Ricardo Alfonsín esta semana. El ex presidente reapareció con fuertes críticas al Gobierno y sin descartar su propia candidatura presidencial.

LA PLATA, Octubre 11.-(Por Marisa Alvarez) La irrupción de Eduardo Duhalde en el escenario electoral con traje de candidato presidencial impactó sobre el panorama político nacional pero, por su origen, su historia y también por su declarado objetivo de re-desembarcar en las estructuras formales del PJ bonaerense, agitó en especial a la política de esta provincia.

 

En el plano público, "el regreso" generó escasas y cautelosas reacciones. La enorme mayoría de los dirigentes de todas las fuerzas políticas prefirió el silencio -particularmente sintomático en los espacios peronistas. Pero internamente, la movida de Duhalde abrió una nueva etapa de especulaciones, de las que ya surgieron las primeras conclusiones.

 

REACCIONES EN EL PJ-K

 

Quizás fue, en parte, porque el propio Duhalde tardó apenas 48 horas en relativizar su postulación, y aunque no la descartó subrayó que espera que en el peronismo aparezca otro candidato indubitable. Y gravitó decisivamente una convicción instalada hace ya tiempo -más exactamente desde el 2005- de que el ex Presidente es "un hombre de consulta" pero que su reinstalación como jefe o como candidato sería volver al pasado. Lo cierto es que en la ancha franja de intendentes y referentes territoriales del peronismo bonaerense formalmente aún enrolado en el kirchnerismo, el lanzamiento de Duhalde fue recibido con frialdad y distancia en esos dos planos: el de eventual nuevo jefe y el de postulante presidencial.

 

Pero ese sector sobrelleva el secreto a voces y la incomodísima situación de seguir formalmente alineado con Kirchner desde la decisión ya íntimamente tomada de afrontar las elecciones del 2011 sin Kirchner. Apuesta a mantener esa apariencia por lo menos hasta bien avanzado el 2010, cuando haya que definir la interna partidaria. Pesan en ese peculiar posicionamiento las responsabilidades de gobierno que tienen muchos de sus dirigentes -fundamentalmente, los intendentes- y su dependencia en materia de obras y fondos del gobierno nacional; y la ausencia de un liderazgo y un candidato presidencial nítidos y fuertes "alternativos" ya parados en el escenario.

 

Por eso, las primeras evaluaciones de "el regreso" muestran que si bien en el oficialismo bonaerense no visualizan a Duhalde para esos roles, sí ha resurgido alguna expectativa frente a las condiciones de armador en tiempos de desorientación partidaria que desde siempre le reconocen al ex gobernador. Con todo, advierten que la dualidad de ser armador y candidato "es vidriosa y casi nunca funciona".

 

Y si algo celebran en ese universo, donde la mayoría habla con Duhalde mucho más de lo que reconoce, es lo que "significa" su irrupción. Entienden que en un paisaje en el que Kirchner ya se paró, en solitario, como candidato presidencial, "es positivo que se sepa que desde el peronismo el santacruceño va a tener, por lo menos un contrincante".

 

"Aunque sea Duhalde, es bueno que ya esté claro que alguien se le anima y está dispuesto a enfrentarlo", admiten.

 

EN LA VEREDA OPOSITORA

 

Curiosamente, la reaparición de Duhalde fue recibida aún con más reservas en lo que sería su espacio natural, el peronismo disidente bonaerense. En las referencias de ese sector -Francisco De Narváez, Felipe Solá y su socio porteño extrapartidario, Mauricio Macri-, también se tuvo una sensación de "vuelta al pasado" cuando se enteraron del "lanzamiento".

 

Reconocen esos dirigentes que Duhalde busca ocupar un lugar sin duda vacante en el peronismo antikirchnerista. Pero creen que no servirá para unificar al espacio, notoriamente disperso, y menos para terminar aglutinando a quienes están hoy en el PJ opositor con los que se mantienen en el oficialismo. Y Solá tampoco comulga con el planteo de dar la pelea por la estructura formal del PJ bonaerense que lanzó Duhalde. Hay un problema: los congresales responden a los intendentes que a su vez conforman la conducción partidaria y que en el fondo ya no son -al menos no se sienten- kirchneristas y no están dispuestos a ser desplazados. Por eso, para el ex gobernador dar esa batalla exigiría mucha energía y sería una pérdida de tiempo.

 

Por lo demás, a algunos observadores no les pareció una coincidencia que

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