LA PLATA, Enero 10.-(Por Marisa Alvarez) Muchos bonaerenses se encontraron con un arranque del nuevo año bastante más complejo del que imaginaron hasta los brindis navideños. Las inundaciones, por caso, con distintos orígenes, se van extendiendo sin pausa por el norte y el oeste de la Provincia.

Ante la primera avanzada de las aguas -la que anegó San Antonio de Areco- el gobierno provincial reaccionó condenando a unos 15 productores, a los que acusó de haber abierto canales clandestinos en sus campos, casi como si fueran criminales de guerra, antes de saber si la inusual crecida del río había bastado para sumergir el casco urbano de ese distrito. Luego vino a confesar la Administración que detectó que hay 1.600 canales "caseros" en la Provincia. La práctica de abrir esos cauces para llevar riego a campos "secos" es tan antigua como la de montar terraplenes de contención cuando las aguas dejan de ser una bendición para tornarse un drama.

Son prácticas ilegales y deben ser sancionadas. Cada canal o talud que beneficia a una zona, perjudica a otra. Pero esa anarquía es, también, consecuencia de la ausencia histórica de una política hídrica integral en la Provincia. Y como la inundación, como plaga bíblica, volvió y está aquí y ahora, sería importante que el gobierno asuma la problemática desde una visión profunda. Si la "solución" se va a limitar a obligar a tapar los canales de 15 campos de Areco, seguiremos estando en problemas.

Pero es verano y, más allá de las preocupaciones por las problemáticas y las calamidades de la Provincia, para los políticos las vacaciones resultan decididamente propicias para ir perfeccionando un producto aún en formación, sometido a ensayos y pruebas de laboratorio, sujeto a cambios y mutaciones y bajo alto riesgo, en unos cuantos casos, de no llegar a ver la luz: las candidaturas para el 2011.

PERONISTAS SIN FRONTERAS

En este estadío aún larvado, en el ancho y heterogéneo espacio del peronismo bonaerense es cada vez más difícil distinguir las fronteras entre oficialistas -formalmente, kirchneristas- y disidentes. Es que los límites se desdibujan aceleradamente. Casi todos hablan con casi todos y todos -desde ultra Kas como Daniel Scioli hasta acérrimos críticos de Néstor y Cristina como Eduardo Duhalde, Felipe Solá y Francisco De Narváez, pasando por los que están en plena transición como la inmensa mayoría de los intendentes- se preparan para participar de la compulsa interna en la que el aparato formal, el PJ, definirá a sus candidatos.

Y en ese marco, son realmente curiosas los ensayos que por estos tiempos pueden encontrarse en las probetas peronistas. Hay tres aspirantes declarados -formal o informalmente- a gobernador que, tan secreta como decididamente, están dispuestos a trabajar por la apuesta mayor: la candidatura presidencial. Scioli, De Narváez y Massa alientan, desde distintas conjeturas y diferentes posicionamientos, ese plan A. El Gobernador y el intendente de Tigre creen que Néstor Kirchner no se postulará. El empresario no descarta enfrentarlo en la interna. Y algunos se estarían mirando entre sí como eventuales socios. ¿Massa se imagina candidato a presidente con De Narváez como "su" postulante a gobernador y viceversa?

Muy pocos creen, en cambio, que realmente vaya a ser candidato presidencial el bonaerense que sí viene proclamando a los cuatro vientos su postulación en las últimas semanas: Duhalde. Por convicción o porque querrían que así fuera, la mayoría de los dirigentes peronistas de la Provincia sostiene que el lanzamiento del ex jefe de Estado es sólo una estrategia para "sacudir" al PJ de su modorra y "torear" a Kirchner.

Vale una aclaración. Todos los aspirantes a presidente hasta aquí mencionados alimentan ese objetivo como hipótesis sobre la que están dispuestos a trabajar -no sobre decisiones tomadas-, y exclusivamente para la eventualidad de que Carlos Reutemann no se postule.

Como contracara, otros dos peronistas bonaerenses instalados hasta ahora como candidatos presidenciales no descartarían postularse para la Gobernación. Solá ya le dijo hace tiempo a Reutemann que si él se presentara, querría ser su compañero de fórmula. Pero cerca de él juran que en una reunión de fines de año confesó a sus hombres de confianza que no descarta competir para volver al Palacio de calle 6. Y Kirchner -a quien hay que incluir en el esquema bonaerense porque, aunque no todos lo recuerden, es diputado nacional p